Los Rios como Caminos (o una Venezuela joven que no se detiene)
Arroyo Laguna Victoria Octubre 2008 © amorenot
Sto. Domingo Mérida. Vzla.
Desde la naciente hasta el mar, los ríos son como la patria, sí nuestra Amada Venezuela es como un río, como un gran, bello y caudaloso río.
Siempre he sentido que de alguna forma somos como ríos. Al principio cuando aún nadie sabe que existimos, somos imperceptibles como esos pequeños hilos de agua que manan de entre los musgos, de entre esas duras e impasibles rocas, pero como el agua reventamos somos seres vivos, luego vamos tomado cuerpo somos cristalinos, suaves, no hacemos ruido ya nos comportamos como manantiales y allí empezamos a tomar nuestra ruta, nos hacemos mayores somos manantial de manantiales, somos arroyos de arroyos, nuestra cristalinidad se empieza a hacer ruidosa, pero aun cristalina, pretendemos redondear los guijarros, hasta que la juventud nos hace airoso, rebeldes, cantarinos y logramos pretender ser fuente de vida, comenzamos a hacer ruido, para nosotros como esos juveniles arroyos la vida no tiene límite, vamos adelante y a medida que avanzamos cada gota de vida que se nos une nos fortalece, ya no todos los guijarros quedan sin moverse, ya podemos decir por dónde queremos ir, ya somos ríos y allí, unos crecemos más que otros, unos más impetuosos otros más dóciles, algunos nos arriesgamos y hasta al vacío lanzamos nuestra cascada de vida, en el camino siempre dejaremos gotas, dejaremos nuestras marcas, haremos caminos, somos caminos, hasta poder aquietar nuestras juventudes, nuestras irreverencias y convertirlas en fuerza, en perseverancia, en algunos casos en majestuosidad, como nuestros grandes ríos, más allí, siempre más pasivos con volumen, con sabiduría de años, de montes recorridos, de llanos humedecidos, seguimos haciendo caminos y nos fortalecemos de otros caminos de otros ríos de otros amigos, ya no solo somos rio, somos patria somos camino... y como todos los ríos, al fin al mar que es nuestro destino nos sumaremos y seremos mar y seremos rio y seremos patria y haremos nuestro destino.
De esta mi patria rescato esa impetuosidad e irreverencia de nuestros jóvenes que hoy hacen Río, que no permiten que las rocas los obvien, que no serán diques circunstanciales quienes los detengan, no serán normas sobrevenidas quienes calmen, al contrario como grandes represas sus fuerzas moverán nuestras vidas, pero como ellas… de su tranquilidad y grandiosidad la fuerza de país aflorara.
Siempre he sentido que de alguna forma somos como ríos. Al principio cuando aún nadie sabe que existimos, somos imperceptibles como esos pequeños hilos de agua que manan de entre los musgos, de entre esas duras e impasibles rocas, pero como el agua reventamos somos seres vivos, luego vamos tomado cuerpo somos cristalinos, suaves, no hacemos ruido ya nos comportamos como manantiales y allí empezamos a tomar nuestra ruta, nos hacemos mayores somos manantial de manantiales, somos arroyos de arroyos, nuestra cristalinidad se empieza a hacer ruidosa, pero aun cristalina, pretendemos redondear los guijarros, hasta que la juventud nos hace airoso, rebeldes, cantarinos y logramos pretender ser fuente de vida, comenzamos a hacer ruido, para nosotros como esos juveniles arroyos la vida no tiene límite, vamos adelante y a medida que avanzamos cada gota de vida que se nos une nos fortalece, ya no todos los guijarros quedan sin moverse, ya podemos decir por dónde queremos ir, ya somos ríos y allí, unos crecemos más que otros, unos más impetuosos otros más dóciles, algunos nos arriesgamos y hasta al vacío lanzamos nuestra cascada de vida, en el camino siempre dejaremos gotas, dejaremos nuestras marcas, haremos caminos, somos caminos, hasta poder aquietar nuestras juventudes, nuestras irreverencias y convertirlas en fuerza, en perseverancia, en algunos casos en majestuosidad, como nuestros grandes ríos, más allí, siempre más pasivos con volumen, con sabiduría de años, de montes recorridos, de llanos humedecidos, seguimos haciendo caminos y nos fortalecemos de otros caminos de otros ríos de otros amigos, ya no solo somos rio, somos patria somos camino... y como todos los ríos, al fin al mar que es nuestro destino nos sumaremos y seremos mar y seremos rio y seremos patria y haremos nuestro destino.
De esta mi patria rescato esa impetuosidad e irreverencia de nuestros jóvenes que hoy hacen Río, que no permiten que las rocas los obvien, que no serán diques circunstanciales quienes los detengan, no serán normas sobrevenidas quienes calmen, al contrario como grandes represas sus fuerzas moverán nuestras vidas, pero como ellas… de su tranquilidad y grandiosidad la fuerza de país aflorara.
Quiero ver a mi país, a mi Venezuela como torrente alegre, quiero que seamos Rio que seamos Camino que seamos Patria.
Alberto Moreno T.
25 Abril de 2014
