sábado, 24 de enero de 2015

MOCHILA DE COMPETENCIAS

Estimados lectores, hoy para una mejor comprensión del tema, iniciaremos con un pequeño ejercicio de concentración.

Este ejercicio tiene como finalidad el que tomemos consciencia de las capacidades que tenemos, en cada uno de los ámbitos de nuestras vidas.

Lo ideal es empezar este ejercicio con una sesión de  relajación, por medio de la respiración profunda y controlada, que nos lleve a tener un pleno dominio de nuestro cuerpo y mente.

Waldemar Niclevicz en los Alpes Europeos,                                                                              Foto de Michella
                                                  Mont Blanc al fondo. 

Seleccionemos una bolsa, cartera, caja de herramientas, gaveta o porta cosméticos (yo la llamaré mochila), sin mirar dentro, prepararemos una lista de lo que recordamos está en su interior, posteriormente tomaremos cada de uno de los objetos que allí estuviesen sin sacarlos de la mochila, intentado identificarlos uno a uno y elaborando una lista, al final del proceso, debemos de sacar cada uno y compararlo con las listas.

Aquí nos sorprenderemos, no siempre nuestras listas estarán completas ni iguales. Seguro que hay objetos que no recordábamos tener en nuestras mochilas y objetos que no están a pesar de creer tenerlos.

Ahora para finalizar el ejercicio, tomemos cada uno de los objetos, con los ojos cerrados, tratemos de describirlos usando el tacto, el olfato o el oído y finalmente abrimos los ojos y terminemos de inspeccionarlos, lo más completamente posible,  guardándolo en la mochila… pero con una sola condición muy importante: Solo si creemos que será útil mantenerlo, si consideramos que no es útil tenerlo allí, lo colocaremos en otro sitio, es más si creemos que ya es inservible, lo desecharemos, es una carga y espacio ocupado sin necesidad.

Podemos repetir el ejercicio, nos sorprenderemos, por supuesto será más fácil, ya no estarán esas cosas inútiles que siempre guardamos por eso de: “por si acaso en algún momento las puedo usar o necesitar”

Es importante poder percibir, tomar consciencia de lo que tenemos materialmente, de lo que llevamos a todos lados o mantenemos en nuestras gavetas o cajas de herramientas, que importante que esas cosas valiosas, de gran utilidad estén en los sitios correctos y las cosas de menos uso que no necesariamente de menos valía, estén en otra gaveta o en otro bolso, para cuando verdaderamente las necesitemos. Muy importante, tenemos que desprendernos de todas aquellas cosas sin valor, que ya fueron utilizadas, que cumplieron su ciclo y que llevarlas ahora son un peso o molestia.

A continuación debemos de realizar este ejercicio, con todas esas gavetas o bolsos que tenemos en nuestra mente, mochilas llenas de innumerables conocimientos, competencias, habilidades, temas, pensamientos, temores, recuerdos, añoranzas y falsas metas, fortalezas, virtudes y vicios. Es aún más importante tomar consciencia de nuestro capital mental.  Seguro que en esta etapa el acompañamiento de un Coach, te sera de gran ayuda.

Haremos un repaso, de todo esos que hemos aprendido, que estamos usando, sería excelente que logremos identificar la gran cantidad de habilidades que tenemos para los diferentes momentos de nuestras vidas, de nuestras relaciones personales y laborales.

Debemos de hacer una lista desde nuestras competencias primarias, las indispensables para alimentamos y vivir a diario, hasta las usadas para trabajar, para poder llenar nuestras necesidades y satisfacciones, las que nos permiten vivir y las que nos dan autoestima. Nuestras competencias nos darán resistencia en la ruta a los sueños.

Hagamos una segunda gran lista, de todas esas cosas de la que somos capaces, desde lo más sencillo hasta lo más complejo, valoremos todo. Nuestras capacidades nos darán fortaleza en los caminos.

También tenemos que llenar una lista de aquellos conocimientos o habilidades en las que hemos ocupado tiempo pero no nos ha sido útil o no los hemos sabido usar, que han  ocupado un espacio en nuestras vidas sin dar frutos, normalmente por no estar claro que queríamos cuando escogimos su aprendizaje. No nos quedemos amarrados a conocimientos, recuerdos, temores inútiles  y vicios perjudiciales.

Al igual que con los objetos de nuestra mochila real, solo regresemos a ella lo verdaderamente necesario, desechemos todo aquellos que nos pesa, nos hace infelices, nos atemoriza, lo que no está en línea con nuestros valores, desechemos todo lo que nos molestaría para poder crecer. Todo eso debemos dejarlo en un rincón de esa zona de confort actual, que cuando salgamos de ella no nos hará falta.

Seguro que ahora la ruta a nuestros sueños, a nuestras metas la realizaremos con una mochila de competencias y habilidades, llena pero no pesada, con lo que necesitamos y si aún no las tenemos, estaremos claros que en el camino las adquiriremos. Recordemos que las cosas que llevemos nos deben ayudar a disfrutar nuestras pasiones, “La felicidad no se logra, se vive a cada instante”.

Alberto Moreno T.
24 de Enero de 2015

domingo, 11 de enero de 2015

Constelación de valores


Cuando nos imaginamos  a un marinero o navegante, vemos el capitán que guía la nave, tomando un sextante (ese instrumento con un pequeño telescopio y con piezas como arcos, muchas pequeñas perillas y tornillos) y que con la ayuda del sol o de una importante estrella, ayuda al capitán a orientar el derrotero del buque, para mantener el rumbo.



Que importante que exista el universo con sus astros y constelaciones, con ellos nuestros navegantes, nuestros coach, nos pueden ayudar en definir la ruta.

¿Y nosotros, cómo nos hemos de guiar en nuestras vidas, en los caminos para llegar a los sueños, a las metas y en fin para estar en la felicidad deseada?
Hemos de conseguir esa brújula interior, ese sextante para fijarlo en nuestra estrella, una de las primeras acciones para emprender el viaje.

¿Y adonde hemos de apuntar esos instrumentos?
Debemos de fijar nuestras miradas en esos puntos inamovibles de nuestro universo personal, hay que fijar y trazar los paralelos con las estrellas de nuestras vidas, con el sol de nuestros días.

Miremos nuestro espacio, busquemos nuestras constelaciones, encontremos las estrellas que son nuestros Valores y Principios, ellos han de ser nuestra guía, nuestro norte interior.

Partiendo de fijar los Valores para orientarnos, de los principios que nos darán las reglas de comportamiento, podremos avanzar de forma cierta, por las rutas de nuestros mapas, a conseguir nuestras pasiones.



De otra forma, sin valores ni principios, sin estrellas y soles, solo viviremos el momento como una veleta... cambiante al viento. Es verdad que debemos "Vivir el Aquí y el Ahora", pero sabiendo orientar nuestras miradas y pasos, para poder estar en este nuevo instante que ya vivimos y así, a cada momento acercarnos a nuestros sueños y metas.

Como el marino que enfrenta las tormentas o las calmas a cada momento, mirando el horizonte, usando su sextante, para prever, para ajustar las velas, amarrar los cabos y girar timón, así debemos de ir ajustando nuestro vivir en función de nuestro querer ser y los escollos a nuestro paso. El destino es cierto, el camino puede cambiar pero estamos comprometidos en llegar.

Los Valores son necesarios, para dibujar nuestros mapas de forma coherente y establecer nuestros sueños en conexión con nuestros principios y entorno, de forma ecológica.

En nuestras vidas cada uno tenemos estrellas, valores propios, somos naves con destinos diferentes, igual también que los navíos, cada uno con sus capacidades y condiciones, tomemos rumbo con nuestros propios mapas y recursos.

Vayamos a nuestros sueños, siguiendo nuestra constelación de Valores.

Alberto Moreno T.
11 Enero de 2015

Ing. Alberto Moreno T.