domingo, 14 de septiembre de 2014

Tomemos la valija

Tomemos la valija... que está en casa y avancemos.
Muchos regresando de disfrutar las vacaciones de verano o de un descanso de invierno (depende de la latitud), recordaran que los días antes de la partida, nos hacíamos preguntas: ¿qué tengo que llevar, será que hace mucho calor (o frío) y de calzado que llevo?, muy importante llevar todo lo de los hijos o de los abuelos, que no se quedase nada, repasamos cómo será el camino, donde pararemos a tomar algo, o si donde lleguemos,  habrá lo necesario.

                Pico Bolívar. Mérida Vzla. 5.007 mts                                                                                                                                     Junio 2012   © amorenot

Los más osados, que escogieron ir de paseo rural o inclusive escalar una montaña, seguro que revisaron si tenían el mapa, la ruta y muy importante la brújula, ¡que pasa amigo ahora se usa, el  GPS! siempre lo hicieron con un destino pre escogido, ya definido, pocos a la aventura y aun así, con un sentido importante de pasarla bien.

Todo esto muy bien, pero aun con un GPS, tenemos que definir de donde estamos partiendo, dónde está nuestra casa, el punto de arranque, un buen análisis de dónde y cómo estamos antes de partir, nos ayudará al bien llegar.

Muchos pensarán y eso que importa si lo que interesa es a dónde vamos finalmente, cuáles son nuestros deseos y sueños, cómo son los paisajes que deseamos disfrutar. Sí, de eso hemos hablado en otras ocasiones, hemos definido nuestras metas, las hemos clarificado, hemos diseñado la ruta, el camino, pero muy seguro que todo esto estará bien hecho, si también sabemos perfectamente donde estamos al inicio.

Voy a imaginarme un viaje: “Mi meta es llegar hasta las cumbre del Pico Bolívar en Venezuela, he realizado la lista de los implementos y ropa para la ruta, también he tomado del Internet un listado del menú de alimentación para los diez días que me llevará subir a esta montaña, tengo todo un juego de planos físicos, he bajado una actualización del GPS…”,  bueno casi todo listo, si casi todo, porque aún no he dicho de dónde voy a partir y qué tengo... esto pareciera obvio.

Vamos a continuación a explicar por qué no es tan obvio, es verdad que tenemos definido a donde vamos, y que es lo necesario para llevar, pero ¿desde qué punto estamos partiendo?… New York, Roma,  Antofagasta, cada uno de esos puntos significa una planificación diferente. Revisamos lo necesario para este viaje, incluyendo las rutas y el camino final de nuestra escalada, revisamos lo que tenemos en casa, en nuestro guardarropa y en el baúl de implementos de alpinismo, tenemos que ver y revisar todo, de dónde, cómo, con qué y cuándo partimos. Es muy probable, que nuestro punto de inicio requiera, que el plan de viaje hasta el pie de la montaña sea tan o más importante, que la ruta en la  misma montaña.

Cuando nos preparamos a un viaje de sueños y metas personales, aún es más complejo y más necesario el análisis desde dónde y con qué contamos, tenemos que revisar nuestro punto físico de partida, más también nuestro estado espiritual, mental, de formación y educación en el que estamos y con el que contamos, nuestras competencias y nuestras debilidades. 

Si es verdad que  he hablado de los sueños, de las metas, de nuestros mapas y nuestras brújula o GPS interior, pero como en todo viaje, debemos de marcar en ese mapa el punto en el que estamos, orientarnos,  hacia dónde queda el norte y cuál el punto cardinal de nuestro fin, para  saber que tenemos en casa para preparar nuestra valija y qué poner en ella.

Nuestra casa, esta zona de confort actual, el cómo nos sentimos en este momento, más felices o a disgusto, tranquilos o ansiosos, este punto físico en la tierra, de nuestro país y ciudad, debemos identificarlo, pudiera no ser necesario trasladarnos físicamente para realizar nuestros sueños, pero eso forma parte de la ruta, de ese diseño, no nos moveremos físicamente ya estamos en la meta, pero si hemos de viajar profesional, espiritual, anímica o por salud, el saber dónde, cómo y en el tiempo en el que estamos es muy importante.

En pocas palabras debemos poner los pies en la tierra y los pensamientos sobre nuestros hombros. Con la valija preparada, con las ropas y las emociones de iniciar un nuevo viaje, con el plan de ruta claro, de principio a fin, con nuestras metas claras, con el compromiso de hacer el viaje, aunque en algún momento pudiera ser difícil y con la seguridad que al conseguir los sueños, la pasión los convertirá en la felicidad ansiada.

Conocer de dónde partimos nos dará la seguridad de cuanto hemos avanzado... tomemos la valija que está en casa y avancemos.

Alberto Moreno T.

14 de Septiembre de 2104






2 comentarios:

  1. Siempre caminar y nunca instalarse. Es lo peor que nos puede pasar. Estupendo. Un abrazo

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    1. Gracias Katy, siempre tan consecuente. Saludos en tu tierra desde Venezuela. Bellas las fotos que has publicado.

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Tu respetuoso comentario, siempre sera bien venido, al escuchar nutrimos nuestras mentes.

Ing. Alberto Moreno T.