Sueños...
Siempre
se asocian los sueños, las metas, con algo inalcanzable o interminable, etéreo,
subido en una nube, sin sentido.
Catedral de La Sagrada Familia. Barcelona. España. Agosto 2011 ©
amorenot
Un Sueño, visto solo como eso
que un día pensamos tener o ser, o que por muchos años deseamos y sigue allí
sin ser realizado y lejano, pues en verdad ese sueño es solo una nube, es algo
que nos puede llenar de frustraciones, "de si algún día...", "de
por qué no lo he logrado?", “será que no es para mí”.
La
Pasión, confusa emoción, siempre relacionada con el amor y con razón,
porque el amor es querer y la Pasión es la forma más profunda del querer y para
amar a algo o a alguien, nos debe apasionar. Nos apasionamos por lo que somos hasta
capaces de morir, de ser sin tener, de vivir sin conocer, sin tiempo ni lugar;
con pasión no hay precio y sin pasión no hay interés, las cosas se vuelven monótonas,
tristes y las hacemos por obligación. La pasión también la asociamos a locura y
desenfreno y es así, si no está de alguna manera atajada por la razón.
El
Compromiso, algo que con frecuencia se nos pide, desde lo religioso, desde
lo amoroso, se nos pide compromiso para con nuestro trabajo, políticamente se
nos pide que nos comprometamos por una causa, con un líder, es el compromiso
una actitud que se nos exige, cuando el compromiso solo se logra si sale de
nosotros mismos, el compromiso es un acuerdo con nuestro propio yo.
Cuando
nos apasionamos y no solo amorosamente, cuando nos apasionamos con nuestras
competencias, con nuestras capacidades, cuando nos apasionamos por una
actividad de nuestras vidas, con nuestro trabajo, por un arte, seguro que damos
el todo y nos comprometemos con aquello que para otros es imposible o
impensable. Amarrar Pasión y Compromiso nos hace luchar, mejor decir disfrutar,
sin precio, sin pago, sin lugar y sin tiempo. El compromiso es
la razón que ataja la pasión.
Cuando
nos comprometemos con nuestra pasión, no hay distancias, las barreras se caen a
nuestros pies, porque la satisfacción de lo que nos apasiona, nos llena
nuestras necesidades superiores, nuestra autoestima se dispara y llegamos a la
realización… allí está la felicidad.
Y aquí
en este punto, cuando nos sentamos a recrear nuestras metas, a bajar
nuestros sueños de la nube y convertirlos en algodón de azúcar, debemos de hacerlos coincidir con
nuestras pasiones, con nuestra capacidad de comprometernos, esos sueños estarán
a nuestro alcance, serán realizables.
Este es
el secreto para convertir nuestros sueños en algo palpable, real, cuando esos sueños
están llenos de cosas que nos apasionan y nos comprometemos con ellas.
Esa
pasión y el compromiso por
ese oficio, por ese arte, por esa competencia, llenará nuestra escala de
necesidades, la carga de cubrir aquellas necesidades básicas, se verá
recompensada con la satisfacción del reconocimiento social y de la propia
estima, basado en confianza de lo que logramos y somos, para finalmente
sentirnos realizados, como cúspide de nuestro crecimiento, es decir del logro
de nuestros sueños.
Un
sueño con pasión y compromiso, es como una gran catedral, que aunque
su Arquitecto no la viese acabada, tendrá vida propia y sobrepasará su
existencia.
Un sueño lleno de pasiones y en el que nos
comprometemos, es un sueño con los caminos hechos y con un caminante lleno de
energía para transitarlo.
Alberto Moreno T.
4 de Agosto 2014.
In memoria a mi +padre que mañana cumpliría 100 años, que fue un cabalgador de sueños y hoy sigue empujando los nuestros.
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