martes, 15 de julio de 2014

Encuentra un compañero de viaje... y tendrás un maestro

Encuentra un compañero de viaje...

Hoy vuelvo sobre una de  mis anteriores entradas en este Blog: "Sentémonos antes de hacer camino", en ese momento escribí: "si necesitamos nos hemos hacer de compañía y contar nuestros sueños a alguien que nos guíe, que nos de fortaleza, que nos de entendimiento del camino..."

       Finca Galea. Lugo. España.                                                                                                           Sep 2011  © amorenot

Este andar diario de vida, de trabajo, en nuestro hogar, en la sociedad, intentando liderar un equipo o simplemente perteneciendo a un grupo, nos enfrenta con algo sustantivo en nuestras vidas como seres humanos, que es el convivir, es decir compartir la vida, es el poner el hombro para lograr que junto a otros logremos éxitos y satisfacciones colectivas.

Seguro que nuestras misiones, visiones, sueños, nuestro deseo de sentirnos realizados, felices, apasionados, no son las mismas de nuestros compañeros, quizás donde más se comparten o asemejan estas metas, es en la vida de pareja y aun así cada uno tenemos una forma diferente de ver la cima común, a la que hemos decido subir, una forma distinta de caminar la ruta y otro sentido final de lo buscado.

Ese amigo, ese compañero, esa pareja, ese Coach, ese mentor... lo que sí es seguro es que debemos encontrarlo con el sentido de que nos ayude, auxilie o acompañe, que tenga el interés de prestarnos su mapa, de motivarnos a buscar en nuestras mochilas los recursos para hacer la vía.

Si encontramos esa persona ideal o lo más ideal posible, seguro que en muchos casos pensarás que no está contigo, porque normalmente cuando un compañero de viaje es bueno, se mimetiza, hace silencios, te escucha, como se dice en términos de  coaching hace rapport contigo, no lo sientes, no te quita protagonismo, solo estará allí para darte aliento, para verificar que compartas el ahora y el aquí de tu ruta contigo mismo, como el mejor alimento para seguir la vía hacia tus sueños, sin desfallecer, sin que tu ego te atrape y te frene. Será como un remero que te acompaña a tu destino, siempre estará a tu ritmo.

Así como tu compañero se acompasa contigo, te hace espejo, dale a él tu sentir de la forma más franca, entrega tus temores y satisfacciones, esa será la mejor manera en que tu pareja, tu Coach reconozca que vas por la ruta segura, lo haces con asertividad y compromiso, así podrá lograr que encuentres el mapa correcto, uses la mejor competencia que tienes para la ruta, hará que, como los ciclistas, encuentres la perfecta relación en los pedales, para que tu energía rinda al máximo.

Es muy probable que tu pareja no te acompañe todo el camino... no creas que eso ha sido malo, que te ha abandonado, en muchos casos tu pareja sabe que tu andas más rápido y cierto sin ella que cuando te acompaña, reconoce que te ha dejado la capacidad de encontrar la forma de avanzar a tu mejor ritmo, construyendo finalmente tus misiones, tu visiones, tus metas... TUS SUEÑOS, ella también tiene su ruta.

Recuerda a esa pareja de viaje, como ese maestro de nuestra infancia del que nunca nos olvidaremos porque estuvo allí sin que nosotros lo notásemos y fuimos sinceros en su presencia.

Sal a caminar, encuentra un compañero de viaje y si lo respetas...tendrás un maestro, que te dará fortaleza y entendimiento del camino.

Alberto Moreno T.
15 Julio 2014

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Ing. Alberto Moreno T.