Construyendo Escaleras y puentes
Tenemos siempre en mente que nuestros sueños están allá arriba, por eso también muchos percibimos que llegar a nuestros sueños es siempre forzado, cuesta arriba, difícil y en principio vamos a considerarlo así, pero no es exactamente cierto.
Finca Galea. Lugo. España. sep 2011 © amorenot
En la mayoría de mis anteriores entradas a este blog, he hablado de caminos, de ríos como las rutas a nuestros sueños y para identificar los problemas, las creencias limitantes, de las murallas como las dificultades y eso tiene una razón de ser, la vida es un fluir, es constantemente ir de un lugar a otro, física o espiritualmente, es empezar en algo para terminar en ese mismo algo pero en otra dimensión, cuando vivimos aunque no lo establezcamos de forma definida, estamos constantemente transitando hacia nuestras metas, aun por pequeñas que sean, derribando barreras, pendiente de llegar a algo... somos el agua del río, somos el caminante de nuestro camino...
Cuando estamos habitualmente en ese estado de comodidad, en ese no querer arriesgar, en esa zona de confort, estamos como el agua estancada, sin fuerzas, sin definición, estamos como el caminante detenido, sin rumbo en un estar sin razón, sin emoción de ir en ninguna dirección.
Cada día de nuestras vidas, en el aquí y en el ahora, no es una situación inmóvil, no es incongruente con el pensar en el futuro, en esos sueños, en nuestras metas, el estar en el aquí y en al ahora, es construir escaleras, es construir pasarelas, es hacer de cada día un peldaño a ese querer ser, es construir un puente o al menos parte de él, para salir de la zona de confort, es arriesgar a dar una paso, no importa en qué dirección.
Nuestros sueños, nuestras metas no necesariamente están más arriba, están en esa dimensión donde nos sentimos satisfechos. Nuestros sueños pudieran inclusive no requerir mucho esfuerzo físico, material para lograrlo, nuestros sueños muchas veces están al pasar el puente de cómo nos sentimos con lo que somos, con lo que tenemos, son consciencia plena, son mindfullness. El derribar la muralla que tenemos en frente, normalmente es más fácil de lo que creemos, siempre es más débil, más frágil más imaginaria que lo que sentimos, es quitarla piedra a piedra hasta que la muralla deja de serlo, hasta que las limitantes no existen, es dejar correr ese río interior, de forma leve, casi como un murmullo, nuestros sueños muchas veces están a nuestro nivel, solo que nosotros mismos no los logramos disfrutar, mirémonos, es muy probable que estemos muy cerca de lo que queremos ser..
Cada peldaño que construimos, cada día de nuestras vidas, cada fluir de nuestro ser, cada paso del camino ya de por si es un logro, ya de por si es una ganancia, una escalera no existe sin peldaños, no podremos llegar al final sin el paso a paso, al contrario no es cómodo saltarnos escalones, cada paso en un puente es como cada peldaño, no podremos ir al otro lado sin transitarlo.
Nuestra zona de confort la vemos rodeada de precipicios, de murallas y por ese estar allí sin riesgos, no tomamos la escalera para subir al inicio de la nueva ruta, no cruzamos el puente, no desmontamos esas creencias que nos tienen atrapado, no damos el paso a entrar en otra dimensión que finalmente estará más cercana de nuestras metas, de nuestros sueños.
Tenemos que entender que eso que llamamos felicidad, no es un punto concreto, físico, no es esa bolsa llena de monedas, la felicidad es un estado continuo, donde logramos el equilibrio entre lo que tenemos física, mentalmente y espiritualmente.
La verdadera felicidad normalmente está llena de afectos, está llena de sentimientos de seguridad, esta plena de un estado de libertad mental, las barreras no tienen significación, la felicidad no es comparable, ¡no se puede ser más feliz, se es feliz!, se puede compartir pero no se puede entregar, nuestra felicidad no necesariamente es la misma de quien nos acompaña. Lo que sí es importante es que la felicidad irradia, como irradia el no sentirse feliz, la felicidad es un opción, "para ser feliz hay que dejar de ser infeliz".
Cada paso de peldaño, debe de ser una opción para ser feliz, debe de ser una opción para alejarnos de las toxinas mentales que nos agobian, cada transcurrir de nuestros puentes, de nuestros caminos, deben ser para alejarnos de nuestro ego.
Debemos de construir nuestras escaleras, debemos de tirar puentes, muy posiblemente a donde primero tenemos que subir es a nuestro corazón.
Alberto Moreno T.
24 de Julio de 2014
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