Estimados
lectores, hoy para una mejor comprensión del tema, iniciaremos con un pequeño
ejercicio de concentración.
Este
ejercicio tiene como finalidad el que tomemos consciencia de las capacidades
que tenemos, en cada uno de los ámbitos de nuestras vidas.
Lo
ideal es empezar este ejercicio con una sesión de relajación, por medio de la
respiración profunda y controlada, que nos lleve a tener un pleno dominio de
nuestro cuerpo y mente.
Waldemar Niclevicz en los Alpes Europeos, Foto de Michella
Mont Blanc al fondo.
Seleccionemos
una bolsa, cartera, caja de herramientas, gaveta o porta cosméticos (yo la
llamaré mochila), sin mirar dentro, prepararemos una lista de lo que
recordamos está en su interior, posteriormente tomaremos cada de uno de los
objetos que allí estuviesen sin sacarlos de la mochila, intentado identificarlos
uno a uno y elaborando una lista, al final del proceso, debemos de sacar cada uno y compararlo con las listas.
Aquí
nos sorprenderemos, no siempre nuestras listas estarán completas ni iguales.
Seguro que hay objetos que no recordábamos tener en nuestras mochilas y
objetos que no están a pesar de creer tenerlos.
Ahora
para finalizar el ejercicio, tomemos cada uno de los objetos, con los ojos
cerrados, tratemos de describirlos usando el tacto, el olfato o el oído y finalmente
abrimos los ojos y terminemos de inspeccionarlos, lo más
completamente posible, guardándolo en la mochila… pero con una
sola condición muy importante: Solo
si creemos que será útil mantenerlo, si consideramos que no
es útil tenerlo allí, lo colocaremos en otro sitio, es más si creemos que ya es
inservible, lo desecharemos, es una carga y espacio ocupado sin necesidad.
Podemos
repetir el ejercicio, nos sorprenderemos, por supuesto será más fácil, ya no estarán
esas cosas inútiles que siempre guardamos por eso de: “por si acaso en algún
momento las puedo usar o necesitar”
Es
importante poder percibir, tomar consciencia de lo que tenemos materialmente,
de lo que llevamos a todos lados o mantenemos en nuestras gavetas o cajas de
herramientas, que importante que esas cosas valiosas, de gran utilidad
estén en los sitios correctos y las cosas de menos uso que no
necesariamente de menos valía, estén en otra gaveta o en otro bolso, para
cuando verdaderamente las necesitemos. Muy importante, tenemos que desprendernos de
todas aquellas cosas sin valor, que ya fueron utilizadas, que cumplieron su
ciclo y que llevarlas ahora son un peso o molestia.
A
continuación debemos de realizar este ejercicio, con todas esas gavetas o bolsos que tenemos en nuestra mente, mochilas llenas de
innumerables conocimientos, competencias, habilidades, temas, pensamientos,
temores, recuerdos, añoranzas y falsas metas, fortalezas, virtudes y vicios. Es aún más importante tomar
consciencia de nuestro capital mental. Seguro que en
esta etapa el acompañamiento de un Coach, te sera de gran ayuda.
Haremos
un repaso, de todo esos que hemos aprendido, que estamos usando, sería
excelente que logremos identificar la gran cantidad de habilidades que tenemos
para los diferentes momentos de nuestras vidas, de nuestras relaciones
personales y laborales.
Debemos
de hacer una lista desde nuestras competencias primarias, las indispensables para alimentamos y vivir a diario, hasta las usadas para trabajar, para poder llenar
nuestras necesidades y satisfacciones, las que nos permiten vivir y las que nos
dan autoestima. Nuestras
competencias nos darán resistencia en la ruta a los sueños.
Hagamos
una segunda gran lista, de todas esas cosas de la que somos capaces, desde lo
más sencillo hasta lo más complejo, valoremos todo. Nuestras capacidades nos darán
fortaleza en los caminos.
También
tenemos que llenar una lista de aquellos conocimientos o habilidades en las que
hemos ocupado tiempo pero no nos ha sido útil o no los hemos sabido usar, que
han ocupado un espacio en
nuestras vidas sin dar frutos, normalmente por no estar claro que queríamos cuando escogimos su aprendizaje. No
nos quedemos amarrados a conocimientos, recuerdos, temores inútiles y vicios perjudiciales.
Al
igual que con los objetos de nuestra mochila real, solo regresemos a ella lo
verdaderamente necesario, desechemos todo aquellos que nos pesa, nos hace
infelices, nos atemoriza, lo que no está en línea con nuestros valores,
desechemos todo lo que nos molestaría para poder crecer. Todo
eso debemos dejarlo en un rincón de esa zona de confort actual, que cuando
salgamos de ella no nos hará falta.
Seguro
que ahora la ruta a nuestros sueños, a nuestras metas la realizaremos con una
mochila de competencias y habilidades, llena pero no pesada, con lo que
necesitamos y si aún no las tenemos, estaremos claros que en el camino las
adquiriremos. Recordemos que las cosas que llevemos nos deben ayudar a disfrutar
nuestras pasiones, “La
felicidad no se logra, se vive a cada instante”.
Alberto
Moreno T.
24
de Enero de 2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu respetuoso comentario, siempre sera bien venido, al escuchar nutrimos nuestras mentes.